Esta parte
de la historia, conocida también como “nudo”, es la parte con más peso en la
narración. Después de que el o los protagonistas enfrentaron el detonante
y comenzaron la búsqueda por satisfacer
su necesidad, el objetivo del autor es colocar obstáculos que le impidan
concretarla y por ende, aumentar la tensión y el conflicto.
¿Por qué
digo que es esta la parte con más peso? Porque el nudo o desarrollo de la
historia determinará la duración de la historieta, la evolución de los
personajes, y la progresión de los mismos para alcanzar su meta.
Crear
obstáculos requiere de ciertos cuidados para resultar en una historia
interesante. Debemos tener en cuenta que al ser esta la parte de la historia
que marca el paso del tiempo, la duración de cada obstáculo no debe ser ni muy
lenta ni muy rápida, sino NECESARIA,
cada acción debe tener un fundamento o de lo contrario complicará la progresión
de la historia y desorientará al lector.
Aumentar la
tensión en el relato es fundamental. Si por ejemplo trabajamos en una serie de
publicación quincenal o mensual, en cada entrega debemos intensificar el
conflicto principal obligadamente o sino el lector olvidará la interrogante
principal a medida que pase el tiempo y la historia dejará de tener sentido. Es
importante entonces, REFORZAR la
necesidad/interrogante del protagonista para mantener “atrapado” al lector.
EL TIEMPO ES
TIRANO
En la
historieta el tiempo es un factor fundamental, es a través de este, que el
lector va mentalmente armando un ROMPECABEZAS
NARRATIVO que le permite empezar, continuar y terminar la lectura del
relato.
Nuestra
concepción de narración en la historieta está íntimamente ligada a la elipsis.
Como mencioné en el post anterior de El Método Tabao, la elipsis es una omisión
de transiciones. Nosotros como narradores le debemos prestar una cuidada
atención en este paso de la estructura de una historia porque la elipsis genera
tensiones a ser resueltas y refuerza la continuidad de una historieta.
Entonces, a
partir de la elipsis hay dos elementos que debemos tomar muy en cuenta a la
hora de construir el desarrollo de nuestra historia, porque reitero, todo
obstáculo debe estar en mayor o menor medida fundamentado y debe tener una
derivación de la interrogante principal.
SUCESIÓN
Entre una y
otra acción o escena en el relato debe existir cierta correlatividad,
entiéndase esta como un elemento en común que contribuya en cuanto a
información y a continuidad en la
historia. Si entre una viñeta y otra pasaron setenta años, deben estar
justificados. El lector debe creer que esos setenta años que omitimos no son
necesarios en el relato y que la historia puede continuar desde aquí hasta
concretar el final.
Es el lector
quien construye la historia, no forcemos su cerebro a encajar piezas
desiguales; quizá entre un suceso y otro ocurran cosas que no tengan una
correlatividad directa y que recién pueda comprender en su totalidad más
adelante en la narración, nuestro deber es dejarle pistas, insinuaciones para
que él logre finalmente armar el rompecabezas.
DURACIÓN
¿Cuántas
viñetas durará cada acción? ¿Cuántas acciones caben por página? ¿Cuánto duran
los intervalos?
El máximo
ideal de acciones por página es de 9; esta no es una regla general ni mucho
menos, pero sucede que al haber más de 9 acciones por página el lector tiene
puede llegar a tener la sensación de confusión que se produce al haber muchas
situaciones en simultáneo, piensa en la página cómo un todo, con 9 situaciones
en una sola bastará ¿verdad? El número de situaciones no es correlativo al
número de viñetas, puede haber más, pero eso ralentizará al relato.
PUNTOS
SEGUIDOS Y APARTES
Sobre el
Ritmo me referiré más adelante, pero lo importante en este paso es que sepamos
estructurar el relato a la vez de la página. Un método que utilizo para
orientarme es el de los puntos seguidos y apartes ¿En qué consisten?
Pensemos en
la historieta como en un texto, en este caso, como en un relato. Cada página
sería un párrafo y cada viñeta una oración. Cada elipsis entonces, sería en
punto que cierra la oración o párrafo. Cada acción entonces llevaría un total
de 2 o 3 viñetas.
En mi caso
particular tengo una tendencia a utilizar un formato de página de 9 viñetas
porque me gusta su composición y su ritmo; si ubico una acción trato de que
dure en múltiplos de 3 (3, 6 o 9 viñetas) para que la página esté ordenada y
cada acción esté identificada al instante y en este caso la elipsis sirva como
punto seguido y pueda comenzar una nueva acción. Al finalizar cada página trato
de que cada página englobe un tema o una escena general en común, de esta
manera la elipsis entre una y otra página sirve como un punto y aparte entre
escena y escena. Este orden me ayuda a componer largas situaciones en un
espacio chico y en una cantidad mínima de páginas (en el caso de la historieta
de CULIAU! son 15) El punto y aparte también es la última viñeta y por ende la
más importante, porque es la que invita a continuar la lectura, así que lo
mejor es siempre colocar allí todo el suspenso para que el lector pase a la
siguiente página entusiasmado.
Pero por
ejemplo si quisiera trabajar una pelea titánica, usaría más páginas para contar
esa sola acción y ubicaría los puntos seguidos (por ejemplo un personaje deja
moribundo en el suelo a otro) al final de cada página y el punto aparte (el
final de la pelea) también al final de la última página. De esta manera la
cantidad de páginas que demoró esa pelea están fácilmente reconocibles y el
lector determina su duración al instante.
CRISIS
Podríamos
decir que el desarrollo tiene dos partes, la primera, es la progresión o
sucesión de obstáculos que como ya especifiqué determina la duración de una
serie o novela gráfica; la segunda parte es otro punto de giro que llevará al
relato a su inminente final, a esa parte la llamaremos crisis.
La crisis
como todo punto de giro pondrá en duda todo lo que el protagonista construyó
hasta ahora, pero de forma definitiva. Hasta ahora, el protagonista había
enfrentado obstáculos y ha elaborado pequeñas soluciones para satisfacer su
necesidad hasta agotar todo; la crisis es el punto máximo obligatorio en la
historia, es el momento de la verdad, el momento que el lector esperaba desde
el detonante de la historia: el personaje se enfrentará a todas las fuerzas
finales antagonistas que suponen un obstáculo en su búsqueda por consumir su
deseo y las acciones de este evento serán épicas, no hay vuelta atrás.
LA
RESOLUCIÓN
La última
parte (o tercer acto) del relato es la resolución y significa que es hora de
responder de una vez por toda la interrogante planteada al inicio, de completar
la historia. Todos los obstáculos del desarrollo son menores al llegar a este
punto, el final es EL FINAL, todo lo
que pasó fue a la espera de este momento.
CLÍMAX
El clímax
del relato es la ACCIÓN
desencadenada por el protagonista al enfrentar definitivamente las fuerzas
antagonistas. La intensidad del conflicto ha ido en aumento desde el detonante,
el clímax implica el enfrentamiento final, el último intento del protagonista
para conseguir satisfacer su necesidad.
El clímax
implica SIGNIFICADO, implica EMOCIÓN. En esta parte de la historia
se debate todo lo que sucedió hasta ahora, los valores cambian totalmente y
quedan rezagados a esta última acción que determinará en un evento irreversible
tanto bueno como malo para el protagonista; la resolución de su necesidad.
EL FINAL
Una vez
resuelto el interrogante principal, el final nos mostrará que sucedió luego del
clímax. El final puede ser de varias formas en la historieta y por lo general
deja siempre las puertas abiertas a una nueva historia, una historia que quizá
nunca se haga y que sólo sucede en la cabeza del lector, puesto que nuestra
historia terminó aquí.
ATAR CABOS
En el final
tenemos que mostrar los efectos que produzco el enfrentamiento final del
protagonista en su entorno, que derivaciones tuvo, cómo alteró las vidas de
otros personajes o cómo cambió el equilibrio de su universo si así lo demande
la historia. Si la historia del personaje no produzco nada de ningún interés
dentro de su universo no es necesario, en todo caso es inútil.
Las
consecuencias del clímax se muestran en el final, pero también podemos (debemos
en todo caso) cerrar también todas aquellas interrogantes secundarias que
quedaron de lado por no ser tan importantes, tómalo como un epílogo; al final
todo queda resuelto. Atar cabos entonces es dotar a la historia de un final CERRADO, que deja muy poco espacio a la
imaginación del lector y que cierra por definitivo toda la historia para
siempre.
PERO…
¿Qué sucede
si quedaron muchas (pequeñas) incógnitas al final de la historia o si el clímax
resolvió la interrogante pero generó una nueva? Ahí estamos hablando de un
final ABIERTO, un final que demanda
una inevitable continuación o implica la resolución de un nuevo tema en la
imaginación del lector.
¡Hagan Historietas!
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