FESTIVAL IMPRESENTABLE

El sábado 15 de noviembre del 2014 fue una fecha muy importante para mí y para varios de mis colegas, compañeros y amigos de ruta (hasta me animaría a decir para el ámbito local). Ese día se llevó a cabo la edición cero del "Festival Impresentable", un festival orientado %100 a la producción de historieta y afines realizado en la ciudad de Córdoba Capital (no el primero hecho en esta ciudad, pero sí el primero con una fuerte presencia local y %100 gestado, organizado y llevado a cabo de manera independiente y sin ninguna ayuda o apoyo de ningún sector comercial, político o similar).



El que se lleve a cabo algo así en tan poco tiempo de una manera tan cooperativa y gustosa para todos los organizadores ya de por sí representaba un hito para mí. Porque claro, toda organización sufre inconvenientes de todo tipo, todo el tiempo y el hecho de que la nuestra los haya esquivado tan bien fue la gran revelación.

A continuación quisiera contar la breve historia de este nuevo espacio que hemos creado, y que humildemente y con el apoyo de muchísima gente que depositó sus esperanzas en nosotros, surgió.


DANOS EL PIÉ


Para comenzar, debería aclarar que hacía mucho tiempo que varios de los integrantes de nuestro variopinto grupo organizador estábamos planeando en lo más profundo y secreto de nuestras oscuras mentes hacer un "evento de historietas" para movilizar un poco el panorama comiquero en nuestra lúgubre ciudad. Lo veníamos pensando sí, pero cada uno de manera individual, sin entender bien el porqué es importante actuar unidos en este tipo de jugadas.

Septiembre del 2014, los primeros días de este mes (más precisamente el día 4) suele celebrarse en Argentina el día de la historieta en honor a la aparición del primer número de la mítica “Hora Cero” la más famosa (y en dónde se serializaron series como el Eternauta o Ernie Pike) publicación de nuestro padrino de la historieta, Héctor Germán Oesterheld. Cómo imaginarán en varias partes del país se aprovecha esta ocasión para organizar eventos o movidas relacionados, justamente, con la historieta.

Como ya aclaré varias veces, en amplios sentidos culturales, la ciudad de Córdoba Capital, es un páramo. En cuanto a lo que historieta se refiere, poco, mediocre o absolutamente escondido para el gran público se gesta en sus calles. O al menos eso es lo que piensa la mayoría. La enorme cantidad de gente que va a los eventos de publicaciones y se encuentran  con un producto, lejano, tonto (esa es la palabra ideal, porque toma a los lectores como a idiotas) y encima, caro. Un claro ejemplo de esto es la “Feria del Libro” que se hace todos los años en frente del cabildo histórico de la ciudad.

La feria del libro, supo ser en su momento un acontecimiento cultural importantísimo para los habitantes de la ciudad, puesto que se trata de un espacio gratuito en el que todos podían ir a comprar y conocer libros y espacios culturales nuevos. Supo ser, porque desde hace ya varios (muchos, podría decir unos 7 u 8) este espacio no es más que una mera librería más ocupando espacio en medio de una plaza. Los libros son más caros, no hay variedad (traen siempre las sobras) y sobre todo son los libros que podemos conseguir en cualquier lado, esos que tienen publicidad hasta en el más recóndito sitio de internet y que no son mejores que la última novela de la televisión. Son basura. La gente consume esto y claro, acostumbra su cerebro a esta clase de porquerías que encima, poco y nada de producción local tienen. La feria es uno de mis grandes enemigos, así que no ahondaré en ella, pero era necesaria esta presentación para explicar por qué creemos que nuestro evento es un pequeño y humilde oasis en este desierto de mercachifles de morondanga.

Volviendo al tema del día de la historieta, en el marco de la feria del libro un muchacho (dibujante y humorista gráfico) tomó el ofrecimiento de cierto empresario y organizó él solito un evento de historietas, que se desarrolló precisamente entre el 4 y el 7 de ese mes de septiembre. El evento en cuestión se denominó “Comicazo”.

El Comicazo (leer en tono sarcástico) prometía abrir un nuevo espacio para la historieta y anclarlo a la gran movida que se estaba llevando a cabo en la feria del libro. Bajo esa gran premisa, muchos de mis colegas y yo mismo creímos que esta era una cita infaltable para vender nuestros productos y ampliar un poco el panorama de la historieta local de una buena vez (Muchos de nosotros ya estamos hartos de los estereotipos de hace cuarenta años que dictan que los cordobeses sólo saben hacer reír y por tanto, hacer humor gráfico. Porque los dibujantes cordobeses “serios” no trabajan para acá, sino para afuera). Sea como sea, la idea de un evento nuevo en la ciudad era buena y debíamos participar, generar espacios nuevos es siempre bienvenido.



Por supuesto nadie nos invitó. Sin embargo nos ofrecimos cordialmente a “feriar” por allí si nos ofrecían un puesto. Con todo aprobado, fuimos felices al evento nuevo. No era lo que esperábamos ni nosotros, y puedo decir con toda seguridad, el público. A estas alturas sobra decir que el evento estuvo bastante mal gestionado. No tuvo ninguna publicidad o cartelería que indicara que se iba a hacer, no tenía señalización, los puestos no estaban organizados, el espacio tampoco, la gente caía de casualidad y sobre todo, el evento tuvo muy poca participación local. Los invitados eran en su mayoría de otras provincias y sin proponer nada nuevo, salvo algunas excepciones contadas con los dedos. Supongo que para ser la primera vez, no estuvo tan mal, era complicado que un solo tipo se hiciera cargo solo de todo durante cuatro días.

Quizá a nuestro Festival no fueron 4000 personas, pero una cosa es segura: Nosotros SI pudimos ver cuántos eran los que entraban de acuerdo a la cantidad de numeros que repartimos para los sorteos y la gente en los talleres y charlas, según ese cálculo, estimo que entre 200 y 300 personas REALES fueron a nuestro humildísimo evento. En cambio en este evento, entraban pocos y nada (más que nada a las charlas y talleres, y encima buscando otras cosas) ¿Cómo hacían para contarlos? Porque encima en la página oficial el cálculo de gente era de 3996 personas EXACTAS (este muchacho agregó 4 más para cerrar el número) ¿Acaso había un sensor y no lo vimos? Una cosa más es segura: Ni en pedo fueron tantos.

Sin embargo, para muchos, aún contra todos los contratiempos se podría haber hecho algo muchísimo mejor. Aprovechando el espacio y el caudal de gente. Hay quienes denunciaban desinterés y manejes extraños, e inclusive, que el evento estaba hecho a la medida de este muchacho, no del público. Polémicas fuera y dentro (para más información leer este interesante artículo de mi compañero Renzo Podestá) el evento resultó frustrante para muchos de nosotros y no sentimos ningún avance o impulso de ningún tipo en el panorama historietil local.


"DEBERÍAMOS HACER NUESTRO PROPIO EVENTO"


Ante el enojo de muchos de mis colegas, comenzaron las quejas y las opiniones encontradas en internet, e inclusive amenazas copiadas y pegadas en cada uno de los Facebook de quienes estaban molestos con el evento, por parte de este muchacho organizador. Finalmente, coincidimos todos en que se trataba en el mejor de los casos de un tipo con el que no valía la pena perder el tiempo.
Uno de los últimos días del evento, uno de nosotros (cabe aclarar que ya ante el fracaso del primer día nos estábamos reuniendo en secreto) sugirió que hagamos nuestro propio evento. Con el pasar de los días y con la polémica ardiendo, decidimos que era hora de pasar del dicho, al hecho. Esa decisión de dejar las tonteras del internet, comenzar a movernos y tomar las cosas en serio, daba cuenta de que teníamos varias neuronas más en funcionamiento que de costumbre. Era hora de actuar.

Lo primero fue gestionar reuniones para aclarar detalles sobre el lugar en dónde se llevaría a cabo y repartir funciones puntuales entre cada uno de los miembros del grupo. No pudimos juntarnos muchas veces debido a las diferencias distanciares y temporales que tenía cada miembro organizador, en ese sentido las “reuniones en Facebook” salvaron nuestra logística. Pero además de Facebook como ya aclaré, cada uno tuvo que mover su culo de un lado a otro para cumplir su función predeterminada.

De la primera reunión recuerdo, ya veníamos con propuestas muy interesantes en cuanto al nombre del evento, pero una de ellas, la que finalmente se alzó con el título, fue la ganadora debido a el simbolismo: “Impresentable” era uno de los adjetivos que había usado con la mayoría de nosotros el muchacho organizador del Comicazo. Contrapropuesta que le llaman, si somos tan impresentables, que nuestro festival se llame así.


LOS RESPONSABLES


Con la fecha establecida, el lugar y la distribución acorde, llegamos a un punto crucial ¿Debíamos invitar a alguien más u organizarlo y presentarlo entre nosotros? El problema era, que justamente siendo tan impresentables, quizá no tendríamos la acogida necesaria de parte de nuestros colegas para llevar a cabo un evento de grandes dimensiones que se acomode a cada invitado (lo cual a pesar de nuestras bajas expectativas fue todo lo contrario). Recuerden que el que la organización haya sobrevivido a quilombos fue lo más increíble de todo esto. Para evitar problemas decidimos entonces optar por la segunda opción, organizar un evento “cero o piloto” para probar, para testear nuestra organización.

Los integrantes del equipo, decidimos entonces dividirnos las actividades entre nosotros y armar un pequeño espacio de venta de nuestras propias publicaciones. ¿Quiénes? ¿Cómo? ¿Qué?

1. El equipo Culiau! conformado por Pablo Guaymasi (A.K.A Tabao Riavmaei) y Jean Francó (sin la participación directa de nuestro gurú Miljaus). Ambos presentando nuestras publicaciones por fuera de la revista que llevamos adelante hace ya cuatro años y participando como profesores de un taller de historietas y autoedición.




2. El tándem Dead Pop corresponsal Córdoba conducido por el licenciado Renzo Podestá y Mariela Viglietti (con alguna ayuda de Franco Germán de la revista Border) que trajo todo su nuevo material y presentó por el lado de Podestá “Taxidermista #1 – El problema de bañarse seguido” quién también dicto un taller acerca del trabajo FreeLancer historietil.




3. El ministerio Bastet llevado a todo el público mediante el gran Horacio Bevaqua (un cordobés Belvillense que mezcla comics, poesía y narrativa en una misma publicación) organizador, guionista y jefe directo de cada uno de sus dos lindos números, también aprovechó y presentó en sociedad sus publicaciones.




4. La Logia Mitomante la editorial de un solo hombre, que este año publicó dos libros (su antología de comics y una novela de su mujer). El querido Ziul Mitomante (ex alumno de nuestro taller, dibujante y guionista oriundo del interior de nuestra provincia) presentó en el evento sus publicaciones.




5. La distribuidora Rayos llevada adelante por el escritor y amigo Nicolás “El Negro” Viglietti que distribuye publicaciones de gente tan variada como la revista próxima, los términos y los mismos Dead Pop.



6. La infaltable editorial Llanto de Mudo (en este caso representada indirectamente por el guionista Diego Cortés) a estas alturas palabras mayores en cuanto a la edición de comic cordobés y nacional, que además de traer todo su basto catálogo aprovechó para presentar sus dos nuevas publicaciones: la edición local de “Colder” de Juan Ferreyra y Paul Tobin (que se publicó en Dark Horse y actualmente va por su segunda miniserie), “BoneMachine” del mismo Cortés y el dibujante Nicolás Brondo y el hit “Hijitos de Puta” de Gustavo Sala que además aprovechó para firmar ejemplares a todo el que se le acercó.




7. El web comic Salsipuedes llevado a cabo por el guionista y locutor José Arizmendi y el dibujante Ariel córdoba (ambos ex alumnos y amigos) que si bien no presentó nada impreso, merece mención por el trabajo logístico de José en el evento (que además se repartió folletos y números a todo el mundo).



8. Y finalmente la frutilla del postre, Emiliano Ciarlante el dibujantazo que movió toda su muestra de trabajos a nuestro espacio, que tuvo muy buena acogida del público, que además pudo aprovechar y comprar su revista “Metanoia”.



LA MOVIDA


Con la cosa puesta en marcha, los organizadores decidimos empezar a agitar el espacio vía Facebook, folletos, posters y demás recursos (ojo, siempre desde lo reducido de nuestro bolsillo) hasta conseguir en menos de tres semanas una cantidad considerable de interés en el público local y en los medios nacionales e internacionales (lo cual me llamó muchísimo la atención). Las expectativas subieron considerablemente y la presión también. Nada podía salir mal. Por más humildes e impresentables que fuéramos.




La recepción en algunos medios:

(Y un agradecimiento especial a todos las radios y programas de tv que nos entrevistaron o compartieron nuestro evento).

Sin embargo, en eventos de estas características siempre la falta de dinero hace que algo falle. El espacio que nosotros habíamos elegido para hacer el evento era un bar, por la cerveza, por la cercanía y porque de esa manera podíamos colaborar indirectamente al espacio a traer más clientes que conozcan y consuman ya que no podíamos pagar el lugar. Todo estaba arreglado hasta que, a tres días de comenzar el festival, nuestro lugar de acogida se cayó. Es fundamental entender que jamás alquilamos o cerramos algún trato de ningún tipo con el dueño del bar que nos brindaba el espacio, y por tanto él estaba en todo su derecho de decirnos que no se hacía. Aun así, avisarnos tres días antes que había vendido el bar y que ya no contáramos con el espacio era un tanto, estúpido. Falló a su palabra de hombre (aunque si les soy sincero jamás lo vi en persona porque nunca se presentó a las reuniones que acordamos, nuestros tratos siempre fueron con sus sucedáneos o intermediarios). Lo cual nos representó un grave problema, y lo cual demostraba el interés que hay por este tipo de causas o eventos nobles por estos lados. Quiera o no, es así.


"Queridos impresentables, hoy tenemos algo para comunicarles que no es del todo bueno.

Vamos al punto: nos hemos enterado que, de la noche a la mañana, el dueño de Tach vendió el bar. La venta fue inminente y el nuevo dueño ha cerrado el espacio, de acuerdo a lo que hemos podido averiguar, bajo excusas de refacciones.

Esto, por supuesto, nos ha caído como un baldazo de agua fría, especialmente quedando tan poco tiempo para el evento y con la difusión rodando a pleno tanto en medios locales (impresos, radiales, audiovisuales y digitales) como en medios virtuales argentinos como Comiqueando o Zona Negativa de España.

El ex-dueño de Tach, Matías Salemme, fue incapaz de avisarnos con antelación que el bar se iba a vender, así como fue incapaz de calmar sus ansias monetarias y esperar a entregar el bar por lo menos un par de días después del evento. Esto habla a las claras de que Salemme no le importaba la construcción cultural de su propio espacio, lo cual a decir verdad es un modelo a escala de muchos modelos de gestión cultural privada de la ciudad.

Sin profundizar demasiado en todo lo que ocurrió para no aburrir ni hacer de esto algo problemático, estamos en la situación de decirles, a tres días de la fecha inicial, que lamentablemente el evento entra en modo de hibernación. En fin, es obvio decir que no se pueden imaginar cómo estamos. Aún no podemos creer que este tipo de cosas sucedan en espacios en donde el discurso es el del prevalecimiento de la cultura.

Sin embargo, este cachetazo de realidad lo único que nos provoca es generar más acción. De más está decirles que estaremos informando brevemente cuál es el nuevo lugar y la fecha exacta del festival, ya que afortunadamente hemos recibido muchas ofertas a medida que agilizamos la cuestión.

Pueden estar seguros que seguiremos trabajando para generar un espacio 100% relacionado a la historieta. Muchas gracias por comprender y miles de disculpas si esto generó algún inconveniente."


El texto original de disculpas y su imagen correspondiente. Debimos borrarlo de facebook por amenazas.

Tuvimos que pedir disculpas a todos los que ya estaban expectantes por el evento, los que querían ir y se habían hecho un espacio ese día para asistir a alguna actividad, inclusive cancelar la participación de autores que no podían venir en otra fecha (como Gustavo Sala que tenía que venir de Buenos Aires por ejemplo) desechar publicidad, cancelar notas en los medios, en fin, un quilombo de cosas. Pero para nuestra sorpresa todas las personas que nos seguían, de manera directa o indirecta nos comenzaron a ofrecer y recomendar nuevos espacios para realizar el evento de todas formas. Inclusive nuestro dueño de bar se ofreció a conseguirnos nuevos espacios, pero ante ciertas amenazas de juicio (¿?) decidimos no querer tener más nada que ver con él.



Con las esperanzas y alientos a tope, finalmente conseguimos un hermoso bar llamado “El Amparo” y pudimos con todo nuestro esfuerzo llevar a cabo el festival. Y cómo escribí al principio, nos fue espectacular, vino más gente de la que esperábamos, los talleres estuvieron muy concurridos, hubo buenas ventas y sobre todo, nos aseguramos de que todos los amigos la pasaran bien.













Cerveza, amistad e historietas en una tarde que como dije, es para enmarcar. GRACIAS a todos los que nos apoyaron, fueron, participaron y sobre todo pasaron un buen momento. Prometemos agrandar el festival a cada paso que dé, y de seguro seguir haciéndolo para poder brindar un nuevo espacio en este páramo en que está demostrado, con la ayuda y la unión de todos podemos hacer algo muy bueno. Tomando a nuestro padrino Oesterheld como referencia, esta vez el héroe colectivo triunfó. Se puede.