TOP 7 - LOS MEJORES COMICS DEL 2016

Advertencia: Como siempre, cabe recordar, esta es una lista personal. No es lo mejor del mundo, ni lo mejor de la Argentina, ni lo mejor según los críticos de Bleeding Cool o The Comic journal. Es una lista PERSONAL, no por nada el subtítulo del blog, reza “El Blog de Pablo Guaymasi”.

Previously en Top 7:

. 2015
. 2014
. 2013

En realidad, estaba buscando una escusa para poner esta magnífica portada. Como no
la encontré, la puse de todas formas.

Este año leí mucho, pero me quedaron muchas cosas por leer, sobre todo las de corte europeo, que antes ya eran difíciles de conseguir, pero que ahora con la devaluación de la moneda nacional hizo que subiera sus precios a la estratósfera. Lo mismo con algunas novelas gráficas que antes compraba por internet y que este año con un dólar a 16 mangos se me hizo imposible. Eso es un punto muy negativo de este año: compré muy pocas cosas. Por suerte tengo muchos amigos o maneras piratas de leer las cosas que me interesan, pedir prestado, bajar de internet o leer en las librerías como en los viejos tiempos se volvió a convertir en un hábito. En materia de novela gráfica anduve poniéndome al día con prácticamente todo lo que no había leído del 2015 que fue mucho y muy bueno, como por ejemplo la increíble “Beautiful Darkness” que realmente fue toda una sorpresa para mí. Salieron 3 novelas de autores que la pegan un montón como Brown, Clowes y Tomine, pero ninguna gran cosa. La de Brown “María lloró sobre los pies de Jesús” es fiel a su estilo “polémico” y toca muchos temas tabús, pero no me terminó de convencer. “Patience” de Clowes es una historieta buenísima, pero salvo por el hermoso uso del color no le encontré nada fuera de lo común y “Killing and Dying” de Tomine, no es una novela gráfica en sí, sino otra compilación de su laburo en las Optic Nerve, creo que de 2013 en adelante, así que no vale, por más genial que me parezca. Fue un año de ponerme al día con mucho manga también, del reciente y del clásico y por suerte salieron ediciones que esperaba mucho como los hermosos tomos en inglés de Oyasumi Punpun y Uzumaki (compras obligadas) o las locales de Last hero Inuyashiki o I am a Hero (con película incluída). En materia de comic yanqui hubo bastantes cosas lindas y sobre todo sorprendente en el campo de los superhéroes (hay 3 de marvel en esta lista). Una que no quiero dejar pasar es el fabuloso laburo de Risso en “Dark Night” de Paul Dini, una novelita gráfica de DC que es muy buena (al margen, DC pegate un tiro). En materia de comic argentino hubo muchas historietas a pesar de la suba de precios de imprenta y fue un muy buen año de títulos de editoriales independientes, destacados puedo nombrar “Almer integral” de Manu Loza, “A tu Rojo Ruta” de Mariano Taibo (que lo pude leer recién mucho después de publicado), “Defecaciones Humanas” del Waibe (que por fin pude conseguir) y sobre todo “La Toma” del capo de Emilio (Utrera) que primero salió en un solo número especial (probablemente el mejor de todos los números de su nueva etapa) en Fierro y después como librito. En las historietas digitales, mucho, pero mucho material lindo más allá de las genialidades del Panel Sindicate, como lo de Hotel de las ideas, lo de los amigos de Le Noise y Atmósfera (todavía hay gente que produce contenidos y los sube gratis, señora) y sobre todo destacar el spin off de Birdman (la serie del Negro Viglietti y Ziul Mitomante) “Vertigo” de los amigos José Arizmendi y Feru Icchi. Carajos, hasta el gato moncholo se lució este año. El 2017 pinta bien en materia de comic nacional y prometo tratar de hacer todo lo que pueda y más, para meter un par de titulitos en sus listas ahí. Pero bueno, ahora vamos a lo que importa.


7. CAGE! – GENNDY TARTAKOVSKY / STEPHEN DESTEFANO / SCOTT WILLS


Hasta donde sé, la miniserie “Cage!” del capo de Genndy Tartakovsky (que prometió terminar Samurai Jack pero todavía no pasó nada) era algo que el tipo tenía guardado hace como 10 años y nunca había podido ver la luz. Este año, con el estreno de la serie del personaje en cuestión en Netflix (que dicho sea de paso no estaba tan mal) al parecer la marvel se acordó de este proyecto y le dio luz verde para ser impreso en 4 mágicos numeritos. Al momento de escribir esto sólo resta por aparecer el último de los cuatro y aun así ya hay motivos para incluir esta historieta en mi modesto Top. 


Si vieron la serie de netflix y se engancharon, lamento decirles que “Cage!” No tiene mucho en común con ella, es más una carta de amor al personaje, pero al original, al de los 70’s con la camisa amarilla y la tiara en la cabeza, con sus personajes con pantalones pata de elefante y hasta con algunos bellos homenajes a los posters lisérgicos de época. La historia es muy loca y hasta se permite incluir un “viaje” psicotrópico en toda regla en la selva, pero no es el principal gancho, puesto que el apartado gráfico es lo más valioso de todo esto. Se entienden los agregados en tinta y color de DeStefano y Willis, pero es imposible no leerla y no relacionarlo con los clásicos dibujos animados de Tartakovsky, ese dinamismo, ese grotesco en sus caras, en sus expresiones, es algo único. A falta de Samurai Jack este año, podríamos decir que Cage! Cumple lo que promete: es divertido y es algo %100 Tartakovsky, que con su sola mención ya alcanza para llenar el nombre de una publicación. Ojalá Marvel siga sacando estas pequeñas miniseries de autor porque son fantásticas y únicas en su tipo (no vas a encontrar otro comic de superhéroes dibujado como este). Si te gusta tanto como a mí, series como por ejemplo, el laboratorio de Dexter, no pierdas el tiempo y leelo.



6. LAKE OF FIRE – MATT SMITH / NATHAN FAIRBAIRN


Image siempre saca cosas interesantes. Claro, a mí me gusta como a la mayoría, las historietas hits de Vaughan, disfruto de cosas como Monstress, Deadly Class, Rumble y Bitch Planet, pero en mi opinión la verdadera magia de Image es cuando saca esas miniseries de no más de 6 números. Ahí es cuando los autores sacan a relucir todo el arsenal para hacer kiosquito, vidriera y calidad. Las páginas de Lake of fire tenían una pintaza en las previews que sacaron antes de que viera la luz el impreso. A Matt Smith no lo tenía de ningún lado pero me encantó su estilo, bien simple, con una composición de página cercana al estilo europeo clásico o a Mignola. 


Pero, quién se lleva los aplausos es sin duda Fairbairn. Nathan Fairbairn, reconocido colorista que participó en cosas como Scott Pilgrim o en laburos de tipos como Quitelly, Adams o Romita Jr se animó a un guion que (según leí en algunas entrevistas) llevaba tiempo queriendo hacer, trabajó codo a codo con Smith en diseños y personajes (inclusive en los storyboards de las páginas), como letrista de toda la obra y como no podía ser de otra manera, dando cátedra en el uso del color (créanme que es impecable) en una historia de corte, clásico, podríamos decir. La cosa es bien simple, una nave extraterrestre llena de bichos come gente (ojo con las referencias a alien) se estrella en 1220 en la zona de los Pirineos durante la época de las cruzadas (más precisamente durante la cruzada Albigense) de ahí en más los cruzados tendrán que enfrentarse irremediablemente a estos “demonios” que cuestionan su fe. Es una historia clásica que tranquilamente podría haber caído en la zona gris donde se debe ser realista en ciertos hechos y coincidencias históricas, pero no es así, es entretenida, llevadera, de mucha acción y con personajes creíbles. Hay inquisidores, cruzados violentos, cruzados reflexivos, aliens, monstros aliens y nieve, mucha nieve. Definitivamente es una de esas historietas cortitas (5 números) que pasan desapercibidas hasta que algún medio las nombra como la joyita que son. Lake of Fire es una película de esas que los amigos te recomiendan sí o sí para pasar un buen rato.



5. LO BLANCO DEL OJO – FERNANDO CALVI


Me encanta lo que hace Calvi. Me gusta Altavista, Bosquenegro (que cosa genial que es eso), me gustan sus superhéroes (este año la pegó un montón con eso, vía Tótem, vía Szama Ediciones y vía Prendefuego) y sobre todo, me gusta cuando serializa algo en Fierro. Calvi entiende lo que significa serializar una serie, sabe dónde cortar y unir los pedazitos para que la cosa continúe y se desarrolle muy bien, ahí están por ejemplo el maquinista del general, ¡México lindo!, las páginas de Punto Rojo y la que nos compete hoy: Lo blanco del ojo. 


Originalmente serializada en la revista Fierro, “Lo Blanco…” es un thriller misterioso, medio noir, medio película de terror serie B, sobre gente…salvaje, violenta y un extrañísimo personaje que parece unir todas las historias bajo su manto. Digo esto por lo siguiente: Lo blanco del ojo hasta su último capítulo es una seguidilla de historias que parecen no tener mucho que ver unas con otras. Remarco lo que decía al principio: Calvi entiende perfectamente la diferencia entre la serialización y un libro, mientras que en las porciones que ofrecía Fierro la historia se percibe como lo que es, una serializacíon; para el libro, Calvi agrega páginas y aúna los elementos para conseguir una lectura distinta, completa y sin fragmentos que descoloquen. Yo sé que esto puede parecer básico y redundante pero hay TANTOS libros de historietas que salen serializados y después se compilan de LA MISMA MANERA que en sí lo considero un pequeño mérito. Créeme que lo sé, yo mismo estoy en una encrucijada similar, en estos momentos. Es entender el medio y quererlo. Calvi entiende lo que hace, se nota que le gusta, y sobre todo se nota que trabaja HACIENDO COSAS QUE EL MISMO (como lector) QUISIERA LEER, mejorando a cada nueva obra y probando detalles y estilos en cada historieta que saca. Un verdadero autor, creador, hacedor, no pide permisos a nadie, ni tampoco en lo que debería gustarle a los demás, ni en lo que está de moda. Un verdadero profesional con cojones, crea con pasión lo que hace. Con pasión propia, no ajena. Lo blanco del ojo, en una hermosa, grandota y muy cuidada edición de La Pinta cuenta con un dibujo sucio (y desprolijo, je) lleno de manchas de tinta china y con un color como eje narrativo de la historia, un naranja rojizo chillón. Si se perdieron la preventa, ese mini fanzine llamado M.O.N.51 se perdieron un pedazo sumamente complementario y recomendable: otro detalle de que Calvi sabe lo que hace. Este es probablemente mi libro favorito de Calvi, acá se lo nota en un momento clave como narrador: tirando magia como nunca y en una historia (o conjunto) que no necesita de 300 páginas para contar un montón de cosas. Con 68 le alcanza y sobra. Definitivamente un recomendado para todos. Sobre todos los que aman las historietas. 



4. MOON KNIGHT – JEFF LEMIRE / GREG SMALLWOOD / JORDIE BELLAIRE / FRANCESCO FRANCAVILLA / JAMES STOKOE / MICHAEL GARLAND


Que complicado tomar un personaje como Moon Knight después de que te lo agarre un tipo como Warren Ellis y haga semejante barbaridad. Los números que continuaron el volumen a esa miniserie del muchacho fueron bastante…certeros, pero claramente no eran de lo mejor, aún así sirvieron para presentar al universo marvelita a un tipo como Greg Smallwood quién firmó varios números de la serie como dibujante antes de que terminase.


El ultra-mega prolífico Lemire tomó el personaje y para este, el nuevo volumen, con nueva numeración (el tema de renovar las numeraciones de las series es lo mejor y peor de Marvel) le dio una vuelta de tuerca genial, mística y psicológica: todo empieza con Marc Spector internado en un instituto mental ¿Cómo llegó ahí? ¿Por qué cree que es una trampa de los dioses egipcios? ¿Por qué sólo él pude ver a los enemigos como “realmente son”? ¿Está loco? Poco más quisiera decir sobre esta serie porque sería “spoilear” los detalles que la hacen tan buena. En una entrevista, Lemire afirmó que probablemente fuese una de las mejores series que haya hecho jamás. En el apartado gráfico, Smallwood brilla. Tiene unos recursos gráficos, muy, pero que muy bonitos y ese trazo que parece gastado, arenoso, a lápiz tiene un toque que lo hace bien distintivo. El resto de dibujantes (que empiezan a aparecer en el 6 número sino me acuerdo) están genialmente incorporados, no quisiera decir nada más pero cada uno está en la historia contando una pieza en particular, un detalle que al final, en el número 9 que si no me equivoco es el más reciente a momento de escribir esto, encaja como pieza de rompecabezas. MK es la serie que le recomendaría a todo aquel que tenga curiosidad por leer algo de lo que “está de moda” y no quiere gastar dinero en un perno. Es una serie mágica. Deberías leerla.



3. BLACK WIDOW – CHRIS SAMEE / MARK WAID / MATTHEW WILSON


Después de recolectar un montón de premios Eisner por la genial “Daredevil” el equipo Samee/Waid andaba con ganas de seguir trabajando a la par en algún nuevo proyecto y así fue como dentro del plan “All-New All-Different” de series que ingresarían a la Marvel post-Civil War II (que dicho sea de paso todavía no terminó) fue que tomaron “Black Widow”. Ya saben, es época de poner personajes femeninos fuertes (#Niunamenos) y tratar de buscar otros públicos para no quedar estancados en la misma de siempre y vender más, mucho más. En ese sentido la Marvel lo hizo bastante bien, y entregó varios títulos nuevos “frescos”, juveniles y divertidos: Moon Girl and the Devil Dinosaur, Spider-Gwen, Gwen-Pool, Ms. Marvel, Spider-Woman, Thor y la recomendable The Unbeatable Squirrel Girl, lectura ATP y pochoclera a más no poder. Black Widow parecía ir por la misma onda, pero en realidad, luego de un par de números, uno se da cuenta de que en realidad, pertenece a otra línea: la de las miniseries de autor, que tantas joyitas nos ha entregado en los últimos años: el Silver Sulfer de Slott/Allred, The Vision de King/Walta y Moon Knight de Ellis/Shalvey. BW es casi una obra completa de Samee. Waid firma como guionista también, pero en realidad el aclara en varias entrevistas que lo único que hace es brindar apoyo a la historia (%100 construida por Samee) y ocuparse de los diálogos. 


Los primeros números de BW no parecen estar contando una historia muy interesante, en realidad, para empezar a poner en orden la historia se requiere leer hasta el número 4 o 5 para recién decir “ah, claro, ahora ya sé para dónde va”. Ojo, todo tiene una intencionalidad. Es una historia clásica de espionaje que ahonda en el pasado y en el presente del personaje, muy interesante y llevadora que tiene algunos picos de suspenso y misterio bien logrados, personajes muy inquietantes (las nenitas asesinas) y que sobre todo le otorga una fuerza al personaje principal que con firmeza pone sobre la mesa lo siguiente: BW no es de la B, no por algo sale en las películas de los vengadores. Pero aun así, eso no es lo importante de esta serie, ni la razón por la que esté en esta ubicación. La razón es la siguiente: Chris Samee es el Alex Toth del 2016. Así de simple. El manejo narrativo de la acción (sobre todo de las escenas de acción) en esta historieta es de cátedra. Es sabido que el dibujo de Samee toma bastante del maestro (tiene una onda 70’s que me fascina) pero que con ello construye un estilo único. El color de Wilson está perfecto en cada número y eso sólo hace más que pulir esta pequeña gema que es BW. Basta con prestar atención a unas cuantas páginas para ver cómo Samee a través del movimiento del personaje, las explosiones, los tiros, los saltos, las persecuciones en auto, las onomatopeyas crea un ritmo, una secuencialidad narrativa espectacular, casi que asintiendo cada movimiento con la lectura. BW es una joyita que todo el que quiera dibujar en el campo Mainstream debería tener en cuenta. Y todo el que no, también.



2. EL DÍA MÁS LARGO DEL FUTURO – LUCAS VARELA


Con Lucas Varela me pasaba algo raro, no terminaba de decir si lo que hacía me encantaba o era algo más del montón. Quiero decir, ese estilo de línea clara al principio no me convencía. Lucas fue uno de los caballitos de batalla de la Fierro y tengo que confesar, una de las pocas cosas por la que yo compraba la revista hace tiempo ya. Pero me parecía raro, al momento que empecé a familiarizarme con sus cosas (conocía la Kapop, tenía mi librito de Estupefacto) ya había leído un montón de cosas y lo de él no me parecía tan novedoso. Lo sentía en una onda Franco-Belga regurgitada por Chris Ware, cool, pero no del todo original. Creo que lo que me hizo quererlo más fue el librito de Paolo Pinnocchio donde noté que por fin estaba queriendo contar lo que él quería. No sé si les pasa, pero por ahí, se nota cuando un autor está haciendo algo en lo que no está cómodo. Después llegó “el síndrome Guastavino” y si bien es un muy buen libro (cuidado: polémica) no me gustó. No me convenció para nada. Gustos son gustos, señora, y en ese libro se notaba lo que decía anteriormente: falta de comodidad. Cuando leí “Sasha Despierta” al principio me gustó, pero, al tercer capítulo, lo terminé odiando. No por él, aclaro, porque se nota que el loco le pone la mejor pila a cada cosa que hace, sino porque era una historia que para mí no pegaba con su estilo. Qué se yo. 


Y así en un vaivén de cosas a Lucas Varela lo tenía por ahí como un comodín que estaba seguro que sacaría algún día un libro genial. Eso que te pasa con tantos autores o bandas y sus discos: esa sensación de que todavía no salió lo mejor. “Diagnostics” con Diego Agrimbau parecía que sería esa joyita (que lo es) pero apareció “El día más largo del futuro”. Lo primero que supe fue por el blog de Pepo Pérez, que sacó un montón de fotos del estudio de Lucas en ese famoso castillo de Angoulême y lo que ví me pareció un golazo, las páginas, los bocetos, ciencia ficción, yo compraba. De ahí en más fue seguir por las redes cada novedad respecto a ese libro que al parecer era un trabajo para Francia %100 hecho por él. Inclusive terminé comprando algunos números de la Fierro en dónde salía publicado en porciones cortitas. Cuando finalmente editó Hotel de las Ideas el tomito en Argentina, hice la pre-compra de una, segurísimo. No defraudó. Probablemente sea el mejor libro de Lucas. Su estilo, su fantástico trabajo de color, sus impecables recursos narrativos, y su muy fluída historia (se lee en minutos) sin diálogos, lo convierte en uno de los mejores libritos de historieta publicados en el país. Otro golazo para hotel de las ideas. Si no sabés que comprar para leer este verano o para regalarle a alguien este es tu libro. Lo único que me resta por decir es que al igual que me pasa con Sáenz Valiente y Calvi, Varela es otro de esos tipos de altísimo nivel y que se merecen que les presten mucha más atención de la que se les da. Grandísimos autores que no necesitan ser unas estrellas de rock ni unas divas del Facebook para ganarle en cualquier tanda a cualquiera. Acá es cuando se nota que se está haciendo buenas historietas y no publicando chorizos para tener en todos los eventos y librerías habidas y por haber. Calidad no es igual a cantidad. Amigo no es igual a editor. Lectores no es igual a amigos. Crítica no es igual a discriminación. Pero no me quiero ir del tema. Compren este libro.



1. PENCIL HEAD – TED MCKEEVER



Antes de salir la serie de Pencil Head, lo poco que sabía es que sería una miniserie paródica sobre el mundo de la industria del comic. Pero firmada por Mckeever, de quién obviamente hay que leer todo por más bizarro y loco que sea. Hasta ahí todo bien. Pero justo se dio un momento en mi vida personal en que necesitaba cambiar y avanzar sobre muchas cosas, sobre mí mismo y sobre mi futuro. Me sentía muy mal y lo único que vi como solución era irme bien lejos, reiniciar o morir. En ese momento comenzó a salir Pencil Head. Y claro, la absurda, grotesca, pero certera visión de McKeever me hizo sentir muy identificado, a pesar de la lejanía de las situaciones. Cansancio, creo que es la palabra. Cuando uno pasa muchos años vendiendo fanzines y tratando de hacerse huequitos de manera profesional, llevando cierto reconocimiento a cuestas, llega un punto en el que se debe parar, poner firme y decidir si esa es la manera en la que será siempre. Si esa es la manera en la que vivirás y vivirán tus obras de aquí en más. Son decisiones difíciles, todas atravesadas por el todopoderoso dinero, uno de esos enemigos mortales de la vida. ¿De qué te sirve el reconocimiento si siempre vas a estar mendigando monedas a ajenos? ¿De qué te sirve el dinero si en el tiempo que pasaste consiguiéndolo no pudiste sacar nada nuevo? ¿De qué te sirve trabajar en lo que te gusta si siempre vas a vivir al margen? McKeever estaba cansado de la industria, cansado de sus medios, cansado de las promesas de una libertad a medias y sobre todo, de sí mismo. En ese sentido, me sentí paralelo a ello: yo estaba cansado de mí mismo como una industria que no puede avanzar. 


Las grandes lecturas (dicen) siempre lograr emocionar al lector de una manera muy personal, y es en ese aspecto, en el que Pencil Head, llegó a un momento de mi vida clave, para ofrecerme una reflexión necesaria sobre lo que significa hacer esto que me gusta: las historietas. En sus 5 números tiene momentos muy lindos como por ejemplo cuando enumera de manera delirante a sus fanáticos (o no) en un evento de comics, sus reacciones y sobre cuando habla de sus demonios personales, aquellos de los que nunca se puede escapar en medios como este. Antes de salir el quinto número, McKeever anunció en su blog y en varios medios que esa sería su última historieta, que se retiraría del medio y que no volvería nunca, que estaba cansado y que sólo se dedicaría al arte (hace unos cuadritos bellos que vende vía online). 


El final de la historia de Pencil Head (sobre todo su última página) refleja una postura de un tipo que con más de 30 años en el comic supo mantenerse firme a sus convicciones a pesar de haber pasado por muchos lados, de muchas maneras distintas. Esa última página me hizo pensar todo de nuevo y volver al inicio ¿Todo esto vale la pena? Sí, lo vale. McKeever termina destruyendo su propia página, pero no todo es tan malo. Si un tipo así con la cancha que tiene encima, puede hacer semejante historieta, con tal pasión, con ese estilo tan fanzinero, en blanco y negro y encima publicarla en image, no todo está perdido: las ideas, las obras sobreviven siempre a los seres humanos. Pencil Head es una crítica, pero también es una reflexión acerca del medio, una reflexión paródica, pero también certera. McKeever anunció que su contrato con shadowline/image terminó después de ese último comic (en donde también tiró palitos a montón) y que probablemente no se editaría compilado, ni que sus viejas obras se volverían a reeditar. Eso es una pena, pero siempre habrá alguno con un libro a mano o que suba el link a internet. Las obras sobreviven. McKeever no volverá (¿podrá hacerlo?) pero a mí me enseño, a no dejarse vencer, a sobrevivir a la industria y sobre todo a uno mismo. Pencil Head del “hijo bastardo del comic” probablemente no esté en las listas de lo mejor del 2016. Pero esta es mi lista y estos son mis pensamientos, y yo considero que definitivamente es el mejor comic que leí este año.  


Eso es todo por el momento, amigos. Pronto, novedades lindas. Que tengan un 2017 lleno de historietas.

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