Última entrada de "el método" de este año, será hasta el año siguiente. Cómo despedida, este último post es sobre mi manera específica de trabajar, mí método digamos, espero que les sirva para construir su propio estilo y formas de trabajar y sobre todo para que nunca, nunca, dejen de hacer historietas, gracias a todos los que han seguido esto cada vez que salió (me sorprendió las más de 300 visitas que tenía cada martes y eso que jamás hice mucha publicidad) Gracias, y un saludo especial a mis alumnos y queridos colegas que me han acompañado durante estos dos años que trabajé en "La Casita del Kaos".
PASO PRIMERO: ATRAPAR IDEAS
Convengamos que una idea buena o mala, puede aparecer en cualquier
momento, en cualquier lugar y/o situación. El truco está en saberlas atrapar
apenas se presentan, frescas y sin inaugurar. Un consejo útil es siempre llevar
contigo un anotador, un cuaderno, una hoja, lo que sea que sirva para poder
anotar y recordar cualquier cosa surgida en ese preciso instante.
Ponlo en práctica, al menos a mí me sirve. Y mis ideas surgen siempre
en los lugares más inapropiados y en los que quizá no tenga manera de anotar,
pero me las ingenio, un mensaje de celular, una palabra, una canción todo puede
funcionar mientras esté fresco, porque si dejo pasar el tiempo probablemente me
olvide o deje de interesarme esa cosa en concreto.
Algunos de los tantos cuadernos que uso, yo prefiero este tipo de cuadernos escolares, por su tamaño. |
Una vez que tengo la idea “atrapada” en algún anotador (por lo general
utilizo los clásicos cuadernos de escuela primaria para guardar todo
pensamiento útil que se cruce) dejo la idea “invernar” un tiempo hasta que, digamos,
tome forma; se “fermente” en mi cráneo. Ese también es otro truco de todo esto,
si bien a las ideas conviene tenerlas frescas, antes de concretarlas, hay que
dejar que maduren.
Puede ser un corto o (como en mi caso en particular) un largo tiempo
hasta que se transforman en algo concreto, en un plot, en un personaje, en una
historia; no importa, lo importante en ese tiempo es responderme a mí mismo todas
las preguntas necesarias surgidas a partir de esa idea ¿Funcionará tal cosa? ¿Qué
debería agregar? ¿Qué debería saber para poder trabajarlo? ¿Cómo lo haría? ¿Con
qué elementos?
Si una idea es tan buena, que tiene chances de convertirse en una
historia, además de las preguntas básicas trato de resolver dos situaciones
fundamentales: el inicio y el fin. Siempre a partir de estos dos surgen muchas
cuestiones intermedias que ayudan a programar el “nudo” o desarrollo del relato,
trato de subrayar las más importantes en el cuaderno para que me ayuden a
posterior en un posible guion.
Pasado un tiempo necesario, en el que pensé y pensé todas y cada una
de las cosas que me hacían ruido acerca de la idea, llega el momento de concretar un boceto de la
historia. Depende de la duración estimada del relato el paso a realizar a
continuación:
Si se trata de algo “extenso” (que para mí sería algo que dure más de
30 páginas) escribo la historia como si fuera un cuento para niños, sin
reservarme ninguna sorpresa y de manera tal que se entienda en una primera
lectura todos los detalles necesarios de la narración. Esto me sirve para que
cuando pase al paso siguiente, pueda leer con claridad a dónde están los
errores y los aciertos de la historia en cuestión.
Si se tratase de algo de “corta” duración (hasta 20 páginas)
directamente trabajo la historia en algo que yo llamo cuadro de acciones.
PASO SEGUNDO: EL CUADRO DE
ACCIONES
El cuadro de acciones (que es también el paso siguiente, luego del
cuento en el caso del relato largo) es una manera muy sencilla que utilizo para
poder trabajar las historias en toda su complejidad. Consiste en numerar desde
la primera cosa hasta la última que sucede en la historia pero utilizando las
acciones de los personajes y los tiempos “muertos” como referencia. Me sirve
tanto como para planear todas las cosas que suceden en la historia, como para
en un paso posterior a partir de allí planificar y desarmar las situaciones en páginas.
Aquí también dejo pasar un tiempo para pensar en si funcionan o no las
situaciones en el relato. Trato de ordenarlas en el cuadro para que no parezca
que nada está en la historia de manera innecesaria, no puede haber huecos. Una
vez que estoy conforme con el resultado final (y ya corregí el cuadro de
acciones varias veces) empiezo otro cuadro. En este segundo cuadro equivalente
al de las acciones, trato de colocar todos los diálogos y textos que puedan
aparecer en el relato, también de manera numerada y con su correspondiente en
el cuadro de acciones. Siempre trato de reducir la extensión de los textos en
la historieta al máximo porque suelo hacer que mis personajes hablen mucho y
eso demora la introducción de las acciones en el relato y lo ralentiza un poco.
Si te fijas en ambos cuadros, vas a notar que toda la cuestión del
guión queda resuelta, de manera sencilla y eficaz para trabajar luego, sobre
todo en mi caso particular en el que también soy el dibujante de mis propias
historias.
PASO TERCERO: DESARMAR EN MINIATURAS
Antes de comenzar a bocetar las páginas me gusta (como a la gran
mayoría de los dibujantes) tener unas miniaturas-bocetos de cada una de las
páginas que voy a trabajar a posterior, este paso es en el que se desarma el
cuadro de acciones en viñetas y se planifica las páginas.
Para entender cómo hago el traspaso del cuadro a las páginas me
gustaría explicar mi manera de pensar cada sección y cada página. Casi siempre
suelo trabajar una grilla de página de nueve viñetas, cada viñeta equivale a
una acción; nueve es un tamaño bastante elevado de acciones en la página, pero
no menos eficaz, me da el espacio necesario para desarrollar la historia de
manera ordenada y precisa ya que el tiempo transcurre lento, y eso le da al
lector la oportunidad de no perderse nada del relato, es por eso también que
destaco la importancia de no poner acciones innecesarias en la historia.
Otra cuestión que influye en mi elección de grilla de página es
también la extensión de páginas que trabajo, dónde por ejemplo en el caso de “La
Banda” no puedo extenderme más de 15 páginas y entonces el tiempo y el
contenido me condiciona a trabajar de manera “lenta”.
Siempre trato de organizar las acciones del cuadro antes de pasarlas a
página. Si se trata de acciones continuadas entonces se trata de secuencias y
por lo tanto no es conveniente que estén separadas de página, en todo caso lo
mejor es que estén en una misma página en una cantidad impar de viñetas (3 o 6,
o de ser muy largas de toda la página) para que el lector sepa diferenciar
claramente un tiempo y momento de otro. Lo mismo sucede en el caso de que
varias secuencias de acciones se den en un mismo lugar o tiempo, ahí estoy
hablando de una escena y por ende tampoco es conveniente que cambie en una
misma página (salvo que sea algo muy corto) sino que transcurra en una cantidad
determinada de páginas completas (1, 2 o 3 no importa) para así también el
lector sabe reconocer el cambio de escena y el transcurso de tiempo entre una y
otra. A esto es a lo que me refería con “puntos seguidos y apartes” en este post.
Algunas miniaturas, por lo general las tiro a la basura después de usarlas, así me aseguro de no copiarme a mi mismo. |
Entonces una vez desarmado el cuadro de acciones en escenas y
secuencias fijas planteo un “mapa” de cómo trabajar las páginas, de tal a tal
una escena, de tal a tal otra. Y comienzo a trabajar las miniaturas, dibujos
básicos de poses, movimientos, fondos y manchas de negro. Eso es algo que
también me ayuda muchísimo cuando voy a entintar, pues porque puedo probar en
las miniaturas si ciertos contrastes o plenos funcionan en la página.
PASO CUARTO: EL MATERIAL DE
REFERENCIA
El trabajar con miniaturas me ayuda también a descubrir qué cosas debo
y necesito aprender a dibujar antes de poner manos a la obra. Poses, ropas,
fondos, texturas, luego de las miniaturas debo buscar todo aquello que me ayude
a trabajar con eficacia el dibujo de mi historieta. Conozco mis limitaciones y
es por eso que le dedico otro gran tiempo a este paso de recolección de información.
Como dibujante de historietas, llevo mucho tiempo recolectando cosas
que me puedan servir, así que por lo general no indago mucho salvo en cosas
específicas porque para eso ya tengo mis carpetas de recortes, impresiones y mi
archivo en la computadora.
Si se diera el caso de buscar algo específico como un lugar
determinado o una ropa necesaria, lo que prefiero es ir y dibujarlas tomarme el
tiempo para ir a los lugares con un cuaderno y dibujar todo lo que sea
necesario, varias vistas y posiciones. Si el lugar o el tiempo no me lo
permiten, mi segunda opción es sacar fotos, en cualquier caso la última opción es
el internet, no confió en lo que encuentro o por lo general no es lo que
necesito.
También me gusta trabajar bocetos de ropa de personajes y frases y/o vocabularios
de cada uno. Suelo anotar en mis cuadernos palabras que escucho, que uso, que
usa la gente; ropa, calzado; poses y posturas, que puedan servirme para cada
personaje.
PASO QUINTO: DEFINIR A LÁPIZ
Me gusta tener los bocetos de todas las páginas antes de empezar a
trabajar el “lápiz final”. Suelo trabajar en tandas de a tres, un día tres
bocetos, otro otros tres y así hasta terminar.
En el primer “boceto” dibujo los personajes (o el fondo si no hubiera
uno) más importante o en primer plano, trato de dejar los esqueletos bien
definidos para después repasarlos y acto seguido “dibujo” los textos, globos de
diálogo y onomatopeyas, así ya tengo todos los objetos más importantes ubicados
en la viñeta. Si no es muy complicado, algunas veces discrimino las cosas en
los planos más alejados y las trabajo directamente con la tinta.
Cuando ya comienzo el lápiz final, trato de que esté todo más o menos
definido en su totalidad, para así solamente dedicarle el tiempo a los detalles
de sombras, fondos, dobleces de ropa, expresiones y sobre todo el objeto en
primer plano, que siempre es el más importante y con mayor nivel de trabajo.
Para terminar las páginas a lápiz final suelo demorar a razón de una o
dos por día, quizá algunos piensen que es demasiado pero así me tomo el tiempo
necesario para que también “maduren” las páginas y de ser necesario borrar algo
que no me guste o que quisiera cambiar.
PASO SEXTO: TODA LA TINTA DEL
MUNDO
Para entintar cada página suelo demorar un día o dos como mucho
(también un tiempo excesivo) pero no porque las deje “madurar” sino porque
entre el primer y segundo entintado me tomo un descanso para recuperar fuerzas
como quien dice y ponerle toda la pila a los detalles.
Siempre comienzo a entintar los contornos de todos los objetos más
importantes y luego los diálogos y onomatopeyas (y si es muy necesario algún
detalle que nos e debe pasar por alto), por lo general si entinto una solo
viñeta al completo y luego otra y así sucesivamente siempre me pasa que el
dibujo se mancha o los blancos se ensucian y eso arruina la página. La importancia
de hacer los contornos y los textos primero, reside justamente en lo que sigue a
continuación: borrar el lápiz, porque así después al aplicar los plenos negros
no corro el riesgo de que se borroneen al borrar con la goma.
En orden de prioridades me gusta delimitar los contornos de las
viñetas cerradas o abiertas antes de comenzar con los plenos propiamente
dichos, así no me escapo o paso del espacio luego cuando trabaje los detalles. En
el lápiz si bien muchas veces juego con la colocación de sombras y los plenos,
después de hacer contornos (salvo que sea necesario) borro esto, porque sólo se
trata de una prueba al fin al cabo y para eso tengo las miniaturas.
Después continúo con los plenos negros más grandes y sobre todo con
las sombras de los personajes, trabajo con especial cuidado la cuestión de
contrastes en la viñeta, para después trabajar si fuera necesario una “suavización”
del negro. En todo este primer paso (salvo cuando marco los límites de las
viñetas, el texto y los fondos más complicados) trabajo con pinceles, números 3
o 4 para los primeros planos, 1 o 2 para lo secundario, algún 6 o 8 para los
plenos, 3 y 1 para suavizar sombras y 1 o 0 para los fondos más alejados.
Un descanso y vuelvo a comenzar, esta vez con los detalles, para eso
utilizo varios estilógrafos, por lo general 0.2, 0.3 y 0.8 con esos me alcanza
y sobra. Otra cosa que trabajo en este paso son las líneas, puntos y tonos
blancos sobre el negro, o alguna corrección necesaria con liquidpaper,
lapiceras, fibrones blancas o témperas profesionales. Una buena opción es la
tinta blanca trabajada con plumín, pero por lo general no hay con que darle al
liquid, es lo mejor para corregir.
PASO SÉPTIMO: LO ÚNICO A PC
Una vez listas al 100% todas las páginas, escaneo a 300 dpi (o ppp en
español) y las corrijo en photoshop. Es importante remarcar (otra vez) que yo
las páginas las tengo listas al 95% después del entintado, no preciso agregar nada
más en la página por pc, sino solamente borrar las manchas o suciedades de la página
y mover las curvas para que quede el blanco y negro en su máxima expresión
listos para ir a imprenta.
Si a la historieta la tuviese que armar yo, lo hago con ilustrator o
coreldraw (pero no me voy a poner a explicar cómo, no va al caso) y preparo un
pdf final con márgenes bien definidos y compaginadas para que en la imprenta no
tengan que tocar nada, jamás confíes en un imprentero, nunca. La portada la
envío en un archivo por separado para dejar claro que es lo único a color que imprimiré
(jamás imprimí a color y no lo tengo en mis planes) y para que sea más fácil
armar la revista en la imprenta.
Si se tratase de una historieta digital, me aseguro de reducir el
tamaño antes de subirla a internet para que no demore en subirse, se cargue
rápido y porque se puede ver bien en 150 o 96 dpi (Además así me aseguro de que
nadie imprima la historieta o si lo intente que le salga en muy mala calidad).
Descanso unos días, y vuelvo a comenzar el proceso desde cero. Las
ideas jamás se agotan.
¡Hagan Historietas! Siempre.
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